Un disco duro externo es prácticamente una moneda corriente hoy en día, pues todos estamos al corriente de que un problema con nuestro ordenador nos hace perder todos nuestros datos, desde los más ociosos hasta archivos cruciales para nuestra vida laboral. Sin embargo ¿sabes qué disco duro necesitas?

Para aquellos que no lo sepan existen varias opciones en materia de discos duros externos y conviene saber elegir el adecuado según tu caso pues podrías pagar de más para unas prestaciones que no necesitas, o haberte hecho con uno que no alcanza para tus fines sean los sean. De ahí esta pequeña y, para algunos, útil guía.

Discos duros portátiles

Son pequeños, ligeros, no necesitan fuente de alimentación pues el ordenador les proporciona la corriente via USB; fáciles de llevar en resumidas cuentas. Vienen muy bien cuando se necesita llevar un cierto volumen de datos de un lado a otro, o si se suele trabajar con un portátil pues tendemos a movernos más con ellos.

A lo largo de los años han evolucionado de forma satisfactoria, tanto en posibilidad de conexiones (USB 2.0 y 3.0, Firewire 800…) como en capacidad de almacenamiento (puedes encontrar estos pequeños discos duros incluso de 1 TB tranquilamente). Bien es verdad que pueden servir estupendamente para copias de seguridad, están más destinados al desplazamiento de archivos en general (fotos, documentos, música, películas, etc…) que puedas necesitar vayas donde vayas.

Discos duros de sobremesa

Son de mayor tamaño y peso, y cuentan con una toma de corriente externa que permite liberar el ordenador de la carga de alimentar el disco duro. También disponen de varios tipos de conexiones disponibles a nuestro ordenador (encontrando más comúnmente USB 2.0 y 3.0). Están orientados hacia aquellos que requieran llevar a cabos copias de seguridad y el almacenamiento de datos que no requieran transporte tan cotidiano (pues para eso están los de la categoría anterior). Ofrecen unas capacidades de almacenamiento mayores a los anteriores.

Discos duros Multimedia

Estos están enfocados hacia un uso particular. Es decir, permite almacenar películas, fotos, música, etc… con el fin de disfrutar de ese contenido en tu televisión, pues este tipo de discos suelen estar equipados de conexiones específicas para la TV (y algunos incluso están provistos de conexiones Ethernet para conectarse al router) y de un software interno que gestiona los datos para que se puedan reproducir con mayor facilidad.

Discos duros profesionales

Lo más potente y menos económico del mercado en cuestión de discos duros. Son grandes y pesados para poder otorgarte una gran capacidad y mayores posibilidades de conexiones. Una característica que les diferencia de los discos duros de sobremesa es que el mismo disco suele ofrecer tanto puertos USB como Firewire o eSATA y algunos incluso Ethernet. Son consecuentemente y drásticamente más rápidos que las demás opciones. Así que si te vas a decantar por esta opción, has de estar seguro de para qué.

Espero que esta guía haya podido despejar algunas dudas, o reafirmar tus conocimientos. ¡Ya no tienes excusa si pierdes tus datos! 😉

Si quieres ver lo que hay en el mercado aquí una selección de discos duros en Pixmania