Cargadores móviles: cómo funcionan y por qué usar cargadores originales

A colación de nuestro artículo sobre baterías móviles, esta semana trataremos el problema de utilizar cargadores para móvil o celular que no son originales.  Existe un desconocimiento generalizado cuando buscamos reemplazo para nuestro cargador original. En este artículo vamos a clarificar por qué la opción más común es precisamente la menos indicada.

Aunque el precio de los cargadores originales es bajo (entre 20€ y 30€), hay disponibles cargadores genéricos que cuestan menos de 5€. El precio es goloso, especialmente cuando se trata de un accesorio tan «insignificante» como un cargador. Sin embargo, las consecuencias de la opción más barata pueden ser nefastas.

Antes de esto, es necesario hacer una introducción sobre el funcionamiento de los cargadores.

¿Cómo funciona un cargador?

El cargador extrae la potencia directamente de la red eléctrica (AC 220V) y la convierte a un nivel de corriente continua (DC). Dicho voltaje de salida debe ser constante, lo cuál significa que ha de ser correctamente regulada. Tanto si el voltaje AC de entrada sufre fluctuaciones, como si hay variaciones de corriente en la carga, el voltaje de salida permanecerá constante mediante un procesado del voltaje a través de una serie de etapas:

Etapa 1: Mediante un transformador se realiza una conversión de la entrada de alto voltaje (220V) a un nivel de voltaje inferior aceptable (aproximadamente 5V).

Etapa 2: La señal AC se convierte en una señal DC utilizando un rectificador.

Etapa 3: Mediante un filtro se eliminan o minimizan los rizos («ripples«) generados por el rectificador.

Etapa 4: Con ayuda de un regulador, se genera una señal de salida estable.

4 motivos para utilizar cargadores originales

Como hemos visto, a pesar de su aparente simplicidad un cargador de batería es un componente electrónico que realiza importantes funciones de conversión y adaptación. En este sentido, la calidad de los componentes así como del diseño juega un papel fundamental en el correcto desempeño del cargador. Y por supuesto en el tiempo de vida de los dispositivos móviles que estamos alimentando.

A continuación exponemos los cuatro motivos por los que deberías evitar la opción genérica barata:

1 – Omisión de elementos de seguridad.

El bajo precio de los cargadores de imitación se debe a que ciertos componentes de seguridad son omitidos deliberadamente. Por ejemplo, muchos cargadores no cuentan ni con envolturas protectoras ni cinta aislante.

2 – Nefasta regulación de la corriente.

Eso se traduce en que no se controlan los picos y las variaciones de voltaje, con lo cual la vida útil de la batería se reduce considerablemente y también puede llegar a afectar al móvil. Es muy ilustrativa la siguiente imagen donde se aprecia la estabilidad de la señal de alimentación usando diferentes cargadores:

3 – Mayor tiempo de carga

La potencia de salida de los cargadores que son imitaciones es considerablemente más baja que la conseguida por los cargadores originales y por ende el tiempo de carga es mayor si usamos los cargadores de imitación. Ahora que ya muchos de los terminales que compramos incorporan la carga rápida sería un lastre que usásemos estos cargadores ya que éstos no sólo no hacen uso de esta tecnología sino que son peores que los cargadores clásicos.

4 – Consumo de energía

A pesar de que como acabamos de ver la potencia de salida conseguida es menor que los cargadores originales, también su consumo de energía es mayor tanto si están con el terminal enchufado como si no.

Las consecuencias de comprar un cargador barato no sólo pueden ser perjudiciales para el dispositivo, que puede ser dañado irreversiblemente, sino también para la seguridad personal. Los casos de incendio, explosión y electrocución están a la orden del día cuando se trata de utilizar cargadores baratos sin regular ni certificar.

La moraleja es clara: utilicen siempre un cargador móvil original, pues lo barato acaba saliendo caro.