… o cómo dedicar tu vida a resolver cuestiones de las que no tienes ni puta idea.
Lo primero, para que todo el mundo lo sepa, voy a describir lo que es un consultor. Ya que la gente se hace la interesante aprovechando tener un trabajo cuyo nombre no dice nada (consultor, analista, ministro,…). No es fácil definir lo que es un consultor. Voy a describirlo con un símil televisivo.
Un consultor es Alberto Chicote, gran maestro de los fogones. Un consultor es una persona experta en un negocio, a la que se contrata para mejorar tu propio negocio. La labor de un consultor es enseñar, es ayudar con tu conocimiento. Digámoslo finamente con una palabra de moda, Coaching. Pesadilla en la cocina es un gran ejemplo.
Eso es la teoría. La realidad de la consultoría, en especial la informática, se acerca más a otro programa de televisión. La Voz. Ese programa en el que los consultores, los coach se sentaban en una silla de espaldas escuchando a otros cantar. Si les gustaba lo que escuchaban, se giraban y cogían al cantante.
Este último ejemplo es la vida media de un consultor espabilado en España, perder el día sentado esperando el sonido de un proyecto digno al que aportar algo. Mientras tanto intentar escurrir el bulto y que el proyecto marronero se lo lleve otro.
Pero bueno, es lo que hay, para estar parado es preferible trabajar en una consultora. Echar horas extras que no vas a cobrar. Trabajar fines de semana sin compensar. Tener esperanza e ilusiones que no se cumplen. No es que funcionen mal, es que funcionan así. Las consultoras se supone que producen ahorros a otras empresas, ahorros que ponderan los auditores y analistas, que suelen ser de la misma empresa que la consultora. Así que es un círculo vicioso de incompetencia.
De todas formas, si a alguien se le ocurre ser consultor, le doy un par de consejos para que su trabajo vaya bien:
- Ordena tus correos: El buscador del Outlook no funciona muy bien. Seguro que el problema que tienes ya lo has tenido, saber encontrar la información en tu histórico optimizará tu trabajo.
- Ordena tus correos: Como no los has ordenado porque te llegan muchos, no podrás encontrar el correo con el que le puedes echar la culpa a otro.
- Evita ser consultor con coletillas: Una coletilla es algo que puede alejarte del resto del mundo, evita la consultoría estratégica, de negocio, de optimización, de soporte, de mantenimiento,… Es mejor no ser especialista en nada, ya que te comerás todas las mierdas que se puedan asignar a la coletilla.
- No tengas esperanzas de trabajar de lo tuyo.
- No te acerques a los demás departamentos, te pasarán trabajo.
- Busca y roba la silla más cómoda de la oficina.
- Utiliza material de oficina en beneficio propio, los fosforitos de las oficinas no se secan aunque los dejes destapados.
El objetivo de todo consultor en el largo plazo es subir en el escalafón, es pasar a ser jefe de proyecto. Un jefe de proyecto es un caso que se merece otro artículo. Pero básicamente es un consultor acomodado, que ha apendido a «vender motos» y que puede realizar su trabajo en la cafetería.
Supongo que muchos compartirán esta opinión. Otros no. Pero bueno, siempre hay que intentar ser más Alberto Chicote, que Bisbal o Melendi. Porque a la larga se va a valorar más ser un buen profesional, que ser un listillo con unos rizos dorados o un alisado japonés. Aunque puede que tu jefe no piense lo mismo.
Te gusta o no ser consultor?