Los Programadores (así, con P mayúscula) normalmente somos personas dignas de admiración y respeto. Sin embargo, no siempre proyectamos la imagen de nosotros mismos que creemos tener en nuestra mente. ¿Quién no se ha sentido alguna vez como Neo crackeando la Matrix al resolver un problema de programación mortalmente complicado? Seguramente tu novia (si tienes, y si no tus padres) no comparta tu visión…
Un saludo y shutdown -h now.
[…] con la programación ocurre igual. Es cierto: programar no es para cualquiera. Uno debe amarlo con auténtica vocación, como si de un arte se tratara. Al menos si te quieres […]
[…] barbudos y puristas de la vieja escuela que programaban todo en Linux con vim. Me sentía como el Elegido modificando el código de la Matrix. Así que comprendo el placer demiúrgico que proporciona el control absoluto del código, sin […]