Sobre el caso en España, es bien conocida la vergonzosa ley de Propiedad Intelectual que entró en vigor el 1 de enero de este año y que provocó el cierre de algunas webs y el hecho de que haya limitado el derecho a la información de todos nosotros con la inclusión del pago del canon AEDE.
Esta semana ha dado mucho que hablar en este sentido desde que David Cameron afirmase de que si es reelegido en 2016 eliminaría el cifrado de datos en la red con lo cual aplicaciones como Snapchat o el famosísimo Whatsapp estarían vulnerando la ley a menos que incluyesen puertas traseras. Eliminar el cifrado de datos es un disparate en todos los sentidos. Cameron lanzó la «magnífica» idea aprovechando que sería mucho más sencillo controlar las comunicaciones entre terroristas, ¿pero cómo nos la quiere colar con un argumento tan vago. Y parafraseo a Enrique Dans en su magnífico artículo «Las libertades son un camino sin retorno», responder a un atentado contra la libertad de expresión como el de Charlie Hebdo aplicando más vigilancia carece de todo sentido. No se puede caer en esa trampa.
Aunque en USA, con los escándalos de vigilancia con la NSA y la polémica ley CISPA (Cyber Intelligent Sharing and Protection Act), tampoco pueden considerarse ejemplares en este sentido, en este caso han aportado un poco de cordura. La reunión entre Cameron y Obama con motivo de hablar sobre las incidentes en París y las acciones a tomar para frenar la ola de terrorismo islámico concluyó con publicación en un periódico americano. En él se hablaba sobre la creación de una célula que reúna los servicios de inteligencia de ambos países. Pero de la eliminación del cifrado ni rastro propuesto por Cameron, los servicios de inteligencia norteamericanos lo consideran vital para proteger la privacidad de los datos.
La posición del gobierno americano deja entrever una esperanza de que el sentido común se imponga y no se sigan recortando libertades, libertades que son vitales para preservar el Internet del que hoy todos disfrutamos.