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Draw.io, excelente herramienta de ‘charting’ con un interesante Modelo de Negocio

Draw.io Borrowbits

Hace un rato nuestro compañero Pedro Luis me preguntaba por alguna aplicación online y gratuita para dibujar diagramas. En un artículo os hablábamos de Mockflow, pero hace poco encontré una aplicación que me gusta casi más: www.Draw.io.

Destaca por su sencillez visual, su facilidad de uso y la cantidad de figuras disponibles. Sirve para diagramas de flujo tradicionales, UML e incluso prototipado de aplicaciones y wireframes (si bien para este menester no es tan completo como Mockflow).

No necesita registro, aunque podemos conectarlo con nuestro Google Drive y también exportar nuestros diagramas a múltiples formatos (PNG, GIF, JPEG, PDF, SVG, XML).

Otro punto a destacar es que tiene bastante soporte y, como ellos mismos comentan en su página, Draw.io es una aplicación que ha llegado para quedarse.

Modelo de negocio

Llama la atención que existan tan pocas barreras de entrada para el usuario, que no solicite datos de ningún tipo y que no exista publicidad invasiva. Entonces, ¿de qué come esta gente? Al parecer la herramienta por sí misma es un instrumento de marketing, tal y como reflejan ellos mismos en su web de soporte.

Su modelo de negocio se basa en vender la tecnología subyacente de Draw.io a otras compañías para crear así aplicaciones personalizadas. En este sentido, Draw.io les sirve como tarjeta de presentación a la hora de vender su producto, por lo que ofrecerla gratuitamente al público les sirve más a ellos que a los propios usuarios. Una idea de marketing muy interesante de la que tomamos nota.

Así lo reflejan al decir:

 If you don’t trust our model, it’s simple, don’t use the tool.

Que viene a significar: Si no te fías de nuestro modelo de negocio, no uses la herramienta y punto.

Así de claro. Les da igual. Esta indiferencia quizás no sea del todo positiva para el usuario anónimo, ya que cualquier día de estos privatizan completamente la herramienta o la limitan lo suficiente como para que pierda valor. Pero mientras llega (o no) ese día podemos disfrutar de ella. Y mucho.

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