Aquí va un dato que ya conocéis: en Internet hay muchas, muchas cosas. Según WIRED, durante el minuto que tardarás en leer este artículo, se habrán subido 400 horas de video a YouTube, y los instagrammer habrán cargado unas 55.000 imágenes (aproximadamente la mitad de ellas serán fotos de postres).
¿Y qué hay de los artículos de blog?
Los sistemas de microblogging como Twitter y Tumblr han emborronado las fronteras de lo que clásicamente se conocía como blog o bitácora . Pero, ¿se debe llamar blog a cualquier canal donde se pueda compartir contenido? Desde mi punto de vista, sí (hay que abrir la mente).
Y sin embargo aquí va un intento desesperado de poner puertas al campo:
Blog.- (m.) dícese de cualquier espacio digital donde uno o varios redactores publican contenidos originales con una cierta periodicidad.
Lo sé, lo sé.
Lo de ser original y publicar periódicamente parece mucho pedir. ¡Valga al menos como mi definición de blog ideal!
Pero ahora vamos al grano: Internet es un vertedero donde miles de terabytes son vomitados diariamente por los usuarios. Asistimos a un flujo incesante de contenidos nuevos de calidad variable (tirando a mala) que van enterrando a otros contenidos más antiguos. Internet es un cementerio con su propia sección para blogs, que a veces reciben alguna visita de milagro, casi por error. Este mismo artículo formará parte algún día (quizás antes de lo que cabría esperar) de un nuevo estrato de contenidos sepultados.
Aunque hace años que el blogging está en decadencia, muchas pequeñas bitácoras aún pugnan por sobrevivir a esa avalancha de contenidos nuevos. Pero es verdaderamente difícil mantener el ritmo frente a esos nuevos macroblog que abarcan todas las categorías imaginables. Además, los usuarios están cada vez más dispersos (léase: «atontaos»), apenas salen de Facebook, y muy pocos se paran a leer un artículo que contenga más de 100 palabras.
También sospecho que la mayoría se conforman con GIFs de gatos o videos de 7 segundos.
¿A quién le extraña que tantos blogs acaben muriendo?
¿De qué mueren los blogs?
La respuesta no puede ser más simple: de falta de amor.
¿Creéis que bromeo?
Os lo puedo asegurar, la mayor parte de los blogs mueren de una falta de afecto considerable por parte de sus autores: falta de amor por los contenidos que se comparten, falta de amor por el hecho de compartir.
Algunos se justifican diciendo que es por falta de ideas originales, y otros aseguran que se debe a una falta de tiempo.
Excusas.
Al final ellos mismos también pueden ser incluidos en el grupo que deja de publicar por una completa y absoluta falta de amor.
Otras veces también te puede ocurrir lo siguiente:
- Escribes artículos muy malos.
- Nadie se interesa en tus artículos porque… ya sabes: son malos.
- Como nadie se interesa en tus artículos, te frustras.
- Como te frustras, dejas de escribir.
Vale, escribes artículos malos…
¿Pero es excusa?
¡No!
¿Entonces qué blogueros pueden ser perdonados en esta eutanasia bloguera? Pues sólo esos cuyos blogs mueren porque ellos mismos han muerto (¡estremeceos bajo mi lógica aplastante!).
Y aún así hay autores que después de morir siguen publicando, al dejar una cola interminable de artículos programados.
Entonces, si hasta los muertos publican, ¿qué excusa podéis tener para haber abandonado vuestro queridísimo blog, incluso aunque vuestros artículos sean una mierda?
Ya os lo he dicho:
Lo que ocurre es que no estáis lo suficientemente motivados. Y aunque un burro motivado no es un caballo de carreras, seguro que corre más rápido que un burro normal. Así que vamos a solucionar esto…
— ¡Espera, espera! — interrumpe un lector — ¿y por qué habéis dejado de publicar aquí? Lleváis meses escribiendo poquísimo. Y si lo que dices es cierto, vosotros tampoco tenéis excusa…
Vaya, ya salió el espabilado de turno.
Sí, es verdad. No tenemos excusa.
Sé que estas afirmaciones son piedras sobre nuestro propio tejado. ¿Pero qué otra cosa podemos hacer sino ser brutalmente honestos? Podría daros una lista de razones conmovedoras y comprensibles. Pero no dejarían de ser excusas, y además no os las creeríais. En cambio creed esto: el blog BBits no está muerto, simplemente dormido. En stand-by, si queréis. ¡Suscribíos, suscribíos y veréis!
En estos meses de inactividad hemos aprendido algunas lecciones que queremos compartir con vosotros. Agazapados en nuestro agujero fangoso y oscuro, hemos encontrado una receta para volver a publicar como antes… ¿Qué digo? ¡Mejor que antes!
Cosas que pueden sabotear un proyecto bloguero
¿Por qué se abandona un proyecto tan bonito y prometedor? Hemos llevado a cabo un riguroso análisis y he aquí los resultados obtenidos:
Pérdida de propósito
Tal vez no te abriste un blog por amor a compartir, sino porque querías hacerte rico y famoso. O porque querías convertirte en un bloguero con la reputación de Enrique Dans, o algo por el estilo. Pero si no eres capaz de disfrutar de cada palabra que escribes, quizás sea mejor pregúntate si de verdad quieres publicar en un blog cuando podrías estar bebiendo cerveza con tus amigos.
Miedo al fracaso… o al éxito
Sólo hay algo peor que el miedo al fracaso: ¡el miedo al éxito! Esto es especialmente significativo cuando el blog empieza a cobrar impulso y te ganas los primeros visitantes habituales. Se generan expectativas. Además la personalidad del autor queda más expuesta… Da un poquito de vértigo, y muchos no pueden soportarlo.
Miedo a los haters
Esta es una consecuencia del punto anterior. A nadie le gusta que le insulten o le critiquen. Publicar en Internet es exponerte, especialmente si compartes tus ideas de forma abierta y honesta. Y ya sabéis: haters gonna hate.
Falta de inspiración
A veces ocurre. La fuente de las grandes ideas se seca, y entonces uno trata de escribir forzadamente. Y tener que escribir en un blog forzadamente es lo peor que te puede ocurrir… Esa afición que al principio era una pasión se acaba convirtiendo en una obligación más. Un auténtico coñazo. Tenemos prevista una extensa guía para recuperar la inspiración que estará disponible aquí el día 25 de mayo (¿te avisamos?).
Desilusión y desmotivación
Llevas años publicando y a estas alturas esperabas tener un millón de seguidores, pero sólo te lee tu Abuela… Os entiendo de todo corazón. El objetivo de publicar es que te lean. Y si no te leen, ¿para qué esforzarte? Sin una comunidad que lo apoye, un blog no tiene ningún sentido. El problema se debe a una mala gestión de eso que llaman la marca personal. A veces no es suficiente con escribir contenido de calidad: también hay que saber llegar al público y crear una relación con él. Hablaremos de esto en los próximos artículos.
Bien. ¿Te sientes identificado con alguno de estas situaciones? Puede que sean razones de peso para dejar tu blog a merced de los cyberbuitres. Pero como hemos dicho al principio, ninguna de éstas es una excusa que valga. Y aún tienes una oportunidad para resucitar tu blog… Leyendo esta Receta de la Abuela para resucitar un Blog en 12 pasos. Creedme, es infalible.
Ahora tú: ¿crees que el blogging está muerto para siempre? ¿Tú también has abandonado algún blog? Si es así cuéntame en los comentarios por qué has cometido semejante crimen y qué haces ahora con tanto tiempo libre.
¡Nos leemos!
Ángel
Segunda parte | http://bbits.es/2016/05/receta-de-la-abuela-para-resucitar-un-blog-en-12-pasos/